De la batista y el encaje a la moda Adlib

Quién de nosotras no ha utilizado alguna vez una blusa o prenda bordada y con encajes de nuestras madres? Un traje adlib o ibicenco?   

 O quizás seas aún más atrevida y hayas rescatado de tu abuela aquellas enaguas de batista, raso o seda enriquecidas con vainicas, jaretas, bodoques puntillas y encajes de Bruselas o Valenciennes.

  

 Prendas confeccionadas puntada a puntada, con un trabajo interminable que hoy día tienen un valor incalculable. 

   Quién de nosotras no ha vestido en alguna ocasión un vestido blanco ibicenco?

  
Pues si señoras, prepárense porque esa moda que, entonces llamábamos «ad lib» ha vuelto pisando fuerte.

  
Blusas y vestidos blancos, faldas y pantalones. Piezas caladas de incalculable valor sentimental a parte del económico, según los casos.
  
Te asegurarás una imagen impecable y actual al combinar estas prendas con accesorios de inspiración étnica, como gargantillas de colores, plumas, collares de maderas y piedras naturales.
  
Apúntate a la combinación de estas prendas tan especiales con unas botas bajas en tonos naturales, con espartos o sandalias planas, sombreros, chalecos de flecos, prendas denim, cinturones o pulseras de abalorios tobilleras que puedes hacer tú misma para reinterpretar tus alpargatas, zapatos o para vestir tus pies descalzos.
  
Unas gafas actuales de línea divertida, un blazer y un sombrero de panamá, te aportarán ese sello inconfundible de la época ad-lib pero con un estilo renovado.
Fundamental es que estos tejidos sean naturales, es decir, algodón, batistas, linos, sedas 100%.
  
Mi recomendación para no perder un ápice de elegancia es que, aunque todos sabemos que estos tejidos se arrugan fácilmente, es importante plancharlos siempre, incluso añadirles un poco de almidón o apresto en el aclarado. 

La prenda adquirirá una mejor caída y volumen y tendrá una mayor prestancia.

Fotografías: Pinterest